En un mundo donde la felicidad infantil es pura y plena, unas manos despiadadas la roban cada noche. Lo llaman “el recolector” y captura los recuerdos felices de inocentes niños, transformándolos en rosas, dejando en ellos un vacío que crece con el paso del tiempo. Al convertirse en adultos, se vuelven esclavos del trabajo diario, luchando por recuperar su dosis de felicidad a costa de los recuerdos de las nuevas generaciones. ¿Cómo combatir esa agonía? ¿Es acaso dejar la vida el único camino para salvarse y salvar a otros? O tal vez descubrirán que la felicidad, al darse, no se reduce, sino que se multiplica.