Para mantener el orden y el equilibrio en los cielos, los ángeles estructuraron sistemas de justicia que juzgan y castigan aquellos individuos que son acusados de presentar oscuridad en sus corazones. Entre todo esto existe también una amenaza mayor, los demonios y su sed de venganza declaran una cruel y sangrienta guerra. Con un Dios frío, sombrío y alejado de su creación, los ángeles tendrán que afrontar esta inevitable guerra